El 27 de abril tuvo lugar en la sede de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación una Mesa Redonda monográficamente dedicada a nuestra Real Corporación bajo la rubrica «El Real Cuerpo de la Nobleza de Madrid: de Carlos III al siglo XXI». El acto fue organizado por el Real Cuerpo y la Sección de Derecho Premial de la Real Academia, celebrándose en el salón principal de ésta y siendo presidido por el Profesor D. José Antonio Escudero, Presidente de la Real Academia y el Vizconde de las Torres de Luzón, Presidente del Real Cuerpo. Fue Moderador de la Mesa Redonda el Barón de Gavín, Diputado Secretario General del Real Cuerpo, y formaron parte de ella el General D. Fernando García-Mercadal, Caballero del Cuerpo y Vicepresidente de la sección de Derecho Premial, el también Caballero D. Oscar de Ascoz, Monseñor D. Joaquín Martín Abad, Capellán del Real Cuerpo y D. José María de Francisco, Profesor de la Facultad de Ciencias de la Documentación de la Universidad Complutense y antiguo Decano de ella.
Tras la presentación de los ponentes por el Barón de Gavín, que hizo una breve introducción sobre el estamento noble de Madrid y el gobierno de su Ayuntamiento en la época de creación del Real Cuerpo, D. Fernando Garcia-Mercadal hizo una exposición sobre el gobierno municipal madrileño a lo largo de la historia, las razones que determinaron la creación del Real Cuerpo en 1782 y la evolución de éste hasta nuestros días, con especial consideración de su naturaleza jurídica y de sus tradicionales relaciones con la Corona, tema que fue completado por D. Oscar de Ascoz que trató de los numerosos Caballeros del Cuerpo en su primera década y de los empleos cortesanos asumidos por ellos. El profesor D. José María de Francisco disertó sobre el Montepio de la Nobleza madrileña, coetáneo del Real Cuerpo y la problemática de los Montepios en la época y Monseñor Martín Abad expuso la dimensión religiosa del Real Cuerpo desde la segunda mitad del siglo XIX, cuando fue declarado Patrono del Real Cuerpo San Ildefonso como homenaje al entonces Príncipe de Asturias D. Alfonso y Dama de Honor Protectora Nuestra Señora la Real de la Almudena.